Jordi Llop Obra en mi agenda con rúbrica propia y bajo el epíteto bueno. Y no le contradiga yo, que bueno si ha de ser por cuanto de él se sabe. Otra cosa es que merezca ser torturado por ratas albinas por su demora en la edición de wednesnight, el cd grabado el año pasado en directo. Su troyano perfil frente a las calaveras y la rojez de la foto me hace pensar que además debería arder en el infierno con guitarra en ristre pero sin manos. Aún así mi fe, intacta figurilla de cerámica etrusca, hace que se olviden viejas rencillas, le mande un beso y le emplace a que su tarea sea finada como él sabe.