Los discos buenos son los que en la primera escucha te desorientan. Incluso te molestan. Pero sobretodo te provocan una necesidad de entender lo que está pasando. Crees que no te gusta, o no sabes muy bien si te debe o no te debe gustar. Pero hay una cosa clara... No te dejan indiferente. Necesitas repetir para saber si eres tú o es él. Y por supuesto, eres tú. Porque él es el mismo una y otra vez. Por más que lo escuches. Pero tú no. Sutilmente te empieza a afectar y poco a poco lo empiezas a disfrutar. Quizás no lo entiendes, pero ¿qué más da? Te das cuenta de que te gusta de verdad. Y al final acaba siendo uno de esos discos que NECESITAS porque ya forma parte de ti. Dicha esta mierda, celebro que te dejará pallá y ahora te parezca genial, porque significa que este puede ser uno de esos discos. Un disco obligado en toda "discoteca" (no sala de baile, sino archivo de discos) personal. Por cierto, que tal por Mallorca?
En cuestión de tenerlo claro no hay competencia. Pesadilla de tópicos disfrazados de fiolosofía ranchera, ya. En nada unos temas al myspace, que se nos está haciendo la hora.
Ahora más que nunca, que parezca un accidente por favor.
Material para escribir el libro de instrucciones y la mano de los duendes.
El pellizco flamenco de los apócrifos, los colores en la pantalla, el paso domado del tiempo.
Y un poco más; que crecemos con Él en las manos.
Por cómo se disuelve el tiempo entre máquinas raras y ratones. Por cómo se mezcla involuntariamente lo espontáneo con lo ensayadísimo. Por eso será así.
Mundo amor!Hay discos que narran una experiencia. MÁGICOesla experiencia. Habrá que aguardarun poco más, pero par alegrar laespera, os estamos preparando una sorpresa. Esta semana la tendréis.
Gracias!