Ya están los bajos!!

Un sábado nublado nos recibe en Sants, en el local de ensayo de Impromptu, para grabar la parte del bajo del EP. Nos encontramos a las 10. Tras los rituales de rigor, Ander empieza. En unas tres o cuatro horas, ha grabado tres temas siguiendo una metodología de trabajo propia de un cientifíco en su laboratorio. Pruebas empíricas, si la fórmula no funciona volvemos al punto de partida y hacemos los cambios necesarios. Otra vez. Y otra. Con los auriculares puestos Ander, incansable, nos interroga con la mirada, bromeamos, sugerimos, detectamos pequeñas imperfecciones... Pausa para comer. Sospechamos que la digestión del chino no nos sentará bien a ninguno de nosotros. Nada más lejos de la realidad. Ander mantiene la tensión y la concentración necesarias, sin flaquear ni un sólo momento. A todos nos cuesta más, pero a él no. A las 6 de la tarde hemos acabado. Arrollador, desbordante, fresco. Así se graba un bajo, cojones. Ahora guitarra(s).

Martes 7 de marzo, Birraboy, Miranda y Javi repasan las baterías.

Si esta ha quedado bien, nos vamos a casa. 16 30 de la tarde. La jornada ha sido dura. Quedar a las 10 de la mañana es una circunstancia que los músicos no toleran demasiado bien físicamente. Pero la ilusión, la soleada jornada y el Golf de Miranda nos llevan en volandas a Tiana, donde Javi García va a hacer sudar a la claqueta. Durante toda la mañana el ritmo de trabajo es intenso y hasta serio. En algún momento, sin embargo, Javi se canta una ranchera y destruye el ambiente solemne. Lo siguiente es grabar las 5 baterías casi del tirón. Síntoma muy bueno después de cada toma ¿hacemos otra por si acaso?, por hacer algo, por que el cabrón me las clava a la primera, redobla por Dios que va a parecer que está programada. Con la perspectiva distorsionada de oir turruntu pan pan tun durante tantas horas, nos vamos a comer. De regreso vemos que los enanitos han remendado todos los zapatos. Esta semana que viene, el bajo.

¡El miércoles 8 de marzo volvemos al Pastís!

El estreno del día 1 estuvo francamente colorido. Yo iba vestido del logo de depop pero nadie se dio cuenta. Barrelhouse no desdeñó la moda Grunge ni aún en el 2006, aunque huelga decir que ambos anduvimos elegantes.

Como quiera que el Pastís es una taberna portuaria, es natural que el público estuviera compuesto por vividores de toda índole, marineros y piratas y niñas precoces y mesoneros malhumorados y el gigante que vendrá a mi entierro y el sr. Martínez con sombrero y Esther que dice que no recuerdo su nombre... Especialmente emotivo el momento en que lancé el sombrero al sr. Martínez, sin demasiado atino, y acerté en la caeza y mira que digo caeza de una joven que tuvo a bien devolvermelo con peores intenciones. Todo ante el estupor del propietario de la prenda quien confesó después, mentras ingeríamos croquetas maternas en el camerino, que había sufrido cristianamente. Total, lo que nosotros llamamos una auténtica Calvopiña Night, pero nada que no se pueda superar. Venís el día 8?